El caso de Concón hizo que todo el mundo de pronto prestara atención a esos cerros de arena llamados "dunas".
1. Putú (Las más extensas)
La pequeña
localidad de Putú, en la Región del Maule, tiene el campo de dunas más
grande de Chile (sin considerar, claro, el desierto). Se encuentran
entre la carretera y la playa, y además está rodeada de humedales, lo
que convierte a todo este ecosistema en una muy atractiva muestra de
aves residentes y migratorias, y especies como coipos. Por eso también
se han vuelto escenario de recorridos de varios tipos: en vehículos 4x4,
cabalgatas, paseos nocturnos con luna llena, y para avistamiento de
fauna.
Además, este campo dunar tuvo un rol trascendental durante
el 27/F
, porque actuó como barrera natural frente al tsunami,
impidiendo que las olas alcanzaran al pueblo.
Para llegar a las
dunas hay que ir hasta el pueblito de Putú, y entrar por los sectores de
Capellanía o Cuchi. No hay señalización, así que el ingreso es más bien
complejo. Desde luego, se recomienda el uso de transporte con doble
tracción.
Un dato. En Maule Sorprendente hacen un recorrido para 8
personas a bordo de un Unimog, un camión todoterreno, con un chofer
experimentado a cargo. Cuesta $180.000. Además, el almuerzo playero
cuesta $10.000. Cel. (09) 6668 8640; www.maulesorprendente.cl
Protección.
Las dunas de Putú son públicas, tienen libre acceso y ninguna
protección especial. Hace un tiempo había preocupación en la comunidad
local por prospecciones mineras que se habrían realizado en la zona.
2. Colún (Mirador de delfines)
Los 50 metros de altura que tienen estas dunas son suficientes para que los visitantes puedan avistar delfines, además de numerosas aves como el bonito carpintero magallánico, de cuerpo negro y cabeza roja carmesí.
Estas dunas marcan el límite entre la playa Colún y un bosque de alerces y olivillos de, al menos, 400 años. Además, en el kilómetro y medio de dunas que hay desde el río Colún hacia el norte es posible encontrar algunos restos arqueológicos huilliches, como pedacitos de cerámica tradicional.
Muy abundante en lluvias entre marzo y octubre, es ideal visitarla en estos meses de verano. Para llegar, hay que seguir la ruta Valdivia-Niebla, y en el kilómetro 16 tomar el transbordador que realiza el trayecto Niebla-Corral. En Corral hay que seguir por el camino costero hasta Chaihuín (22 kilómetros). Cruzando el puente del río Chaihuín está la entrada.
Un dato. El guía José Antillanca hace dos rutas para recorrer la reserva: Entre Lagunas (que combina dunas y lagunas) y Los Alerces (que incluye el paso por un bosque de esta especie). 17 mil pesos por grupo, pero uno debe poner el vehículo todoterreno, o arrendarlo (valor de referencia, 35 mil pesos). Tel. (63) 197 2109.
Protección. La organización The Nature Conservacy -que promueve la conservación de tierras y aguas de alto valor ambiental- compró 60 mil hectáreas (que incluyen las dunas) para crear la Reserva Costera Valdiviana, frenando de paso la tala de las especies locales.
3.
El medanoso (la más alta)
Tiene 1.643 metros de altura (más de ocho veces
la altura del edificio Titanium) y es la duna más alta del país. Desde
la cima se puede ver, por ejemplo, un tramo del Camino del Inca, pero la
mayor parte de la gente la sube para hacer trekking y deportes más
extremos como sandboard. Hace treinta años que El Medanoso es uno de los
hitos en la ruta del Raid Atacama, y hace unas semanas fue recorrido
por los participantes del Dakar 2012.
Esta duna está cerca de
Copiapó, desde donde se debe tomar el camino que va a Mina Galleguillos o
el que va a la costa, aunque en realidad para dar con ella se requiere
cierta experiencia (navegar con GPS serviría bastante) y un vehículo
todoterreno, porque no hay señalizaciones.
Un dato. En Puna de
Atacama hacen un circuito hasta El Medanoso que cuesta 100.000 pesos, es
para tres personas e incluye el vehículo, conductor experto en jeepear,
y snack. Cel. (09) 9051 3202; e-mail: erciomettifogo@gmail.com
Protección.
Es una duna pública, de libre acceso, sin ninguna categoría de
protección ambiental.
4. Playa Blanca (frente al mar)
La mayoría de los
viajeros va tan apurado por llegar a las arenas y mar de Playa Blanca
-por la ruta de tierra que lleva desde el camino asfaltado a la playa
misma- que apenas se fijan en la bonita gran duna cónica de arenas
claras ubicada a mano derecha del camino, justo en la punta norte de la
playa.
Ubicada entre Tongoy y Guanaqueros, como Playa Blanca es
claramente un destino familiar, esta duna es paseo frecuente para niños y
padres, en un ascenso que no toma más de 10 minutos. Además, en Año
Nuevo, es la base desde donde se disparan los fuegos artificiales.
Para
llegar hay que tomar el desvío a Guanaqueros, antes de llegar a Tongoy
por la carretera. Luego, sólo queda avanzar seis kilómetros hasta tomar
un camino de tierra que está señalizado.
Un dato. Playa Blanca
Camping Resort tiene buenas cabañas y un muy recomendable camping con 96
sitios (hasta para 6 personas cada uno), todos con luz, baño privado,
mesas, bancas y parrilla, y precios desde 52 mil pesos diarios
(www.playa-blanca.cl). Y está la opción del Club Playa Blanca, que tiene
departamentos que se arriendan por semana (valor de referencia, desde
616 mil pesos por uno para 2 a 4personas; www.playablanca.cl).
5. Cerro
Dragón (la duna urbana)
Como le dicen "cerro", como está siempre ahí al
lado de Iquique, como uno apenas se fija en que es una acumulación de
arena generada por el viento, a veces cuesta recordar que el Cerro
Dragón es en sí una duna. Una duna que alcanza una altura de 320 metros y
tiene una superficie casi veinte veces mayor que la del cerro Santa
Lucía, por decir algo, con 4 kilómetros de largo, y un ancho que varía
entre los 150 y 550 metros. Más allá de las estadísticas, tiene una de
las mejores vistas panorámicas sobre la ciudad y sus playas, y es
escenario para numerosas actividades al aire libre: trekking, sandboard,
circuitos en moto o vuelos en parapente, que se pueden hacer en
cualquier época del año. De hecho, aquí se realiza un campeonato
internacional -Open Iquique (www.openiquique.cl)- que ya va en su
versión 22, y que reúne a los mejores parapentistas del mundo.
Un
dato. Oasisfly le permite a cualquiera sobrevolar el Cerro dragón,
lanzándose desde el mirador parapente de Alto Hospicio. El circuito
cuesta 35 mil pesos, e incluye transporte, vuelo de 30 minutos y un set
de fotografías. Cel. (09) 9830 4125; www.oasisfly.cl
Protección.
El Cerro Dragón es Santuario de la Naturaleza desde 2004.
6. Gran Duna (ya
no es tan grande)
En el Valle de la Luna, San Pedro de Atacama, se puede
ver un conjunto de dunas con nombres como las Tres Marías, y también
están las del Valle de la Muerte y, claro, la Gran Duna, un montón de
arena que desde hace seis años ya no es tan grande: tras el terremoto
del 2005, que afectó a gran parte del Norte Grande, la Gran Duna
disminuyó en un 30 por ciento su altura. Pero alrededor hay buenas dunas
para hacer trekking, bicicleta, cabalgatas y sandboard. También desde
la cima se pueden aprovechar panoramas más tranquilos: ver la huella de
lo que fue el legendario Camino del Inca, y esperar la puesta de sol.
Una vez en el plano, se pueden ver aves y animales como zorros y
vicuñas.
La Gran Duna está a tres kilómetros de San Pedro,
tomando la ruta que va a Calama. Se puede llegar en autos normales, pero
es mejor ir en todoterreno.
Un dato. Atacama Experience tiene
varios circuitos en esta zona, como una tarde haciendo sandboard que
incluye traslado, la tabla, instructor y agua mineral (25.000 pesos por
persona). También hace una cabalgata de tres horas para ver la puesta
sol con un cóctel (55.000 pesos por persona). Cel. (09) 8430 4372;
www.atacamaexperience.com
Protección. Luego del terremoto (y la
disminución de su tamaño), la administración de las comunidades
indígenas de la zona restringió el acceso, para protegerlas. Para
ingresar al Valle, hay que pagar 3.000 pesos por adultos (estudiantes,
2.000).
7. Cucao (Las arenas de Chiloé)
El sendero Dunas de Cucao es uno de
los principales atractivos del Parque Nacional Chiloé: es un recorrido
de más de seis kilómetros de dunas oscuras para recorrer a pie. Hasta el
pasado invierno, en realidad el circuito se extendía por 12 kilómetros,
pero las crecidas de los ríos -inusualmente violentas- arrastraron
buena parte de la ruta. Las dunas se encuentran en el sector Chanquín,
donde también se pueden ver los lagos Cucao y Huelde, además de la
desembocadura del río Abtao y la isla Metalqui, que cobija una colonia
de lobos marinos.
Durante la caminata, y aprovechando la altura
de las dunas, a veces es posible ver zorros chilotes, monitos del monte,
nutrias, comadrejitas trompudas, pudús, diucas y carpinteros
patagónicos.
Para llegar a las dunas hay que tomar la Ruta 5 Sur,
desde Castro, hasta el cruce Notuco, y desde ahí conducir hasta el
poblado de Cucao, en un tramo de 34,5 kilómetros.
Un dato. El parque está abierto de lunes a domingo, la entrada cuesta 1.000 pesos, y el sendero por las dunas es autoguiado.
Protección.
El Parque Nacional Chiloé tiene en total 42 mil hectáreas y fue creado
en noviembre de 1982.
Chanco (anti-duna)
Las dunas de
Chanco son una experiencia singular: cercanas a playas y acantilados, de
las acumulaciones de arena ahora sólo se ven unos pocos senderos, ya
que hace más de un siglo se planificó que fueran cubiertas con bosques
para detener la erosión de los suelos. Están dentro de la Reserva
Nacional Federico Albert, zona protegida que lleva el nombre
precisamente del hombre que aportó esta solución para cuidar las tierras
cultivables del vecino pueblo campesino de Chanco.
Albert
promovió la plantación de eucaliptos, cipreses, pinos, alcornoques y
aromos, que son los que conforman los bosques de la zona. La Reserva
está en la Región del Maule, cerca de Constitución.
Un dato. Abre
de lunes a viernes, de 8:30 a 17:30 horas (en enero y febrero, hasta
las 19:30). Entrada, 2.000 pesos adultos, 600 niños, y 3.500 pesos para
extranjeros. Tel. (73) 551 004.
Fuente: Revista Domingo
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