martes, 24 de enero de 2012

El revivir de las bibliotecas públicas online

Las grandes bibliotecas ya no son sólo para los afortunados que viven en las mismas ciudades en las que ellas se ubican. Ahora se pueden visitar a través de la red y descargar gran parte de los libros que albergan.

    Tienen más de cuatro mil años acompañándonos, en todas las sociedades y culturas. Además de centros de acopio de información, las bibliotecas están integradas por textos de literatura, de información histórica, de servicios sociales, de obras de referencia, de diarios e incluso hoy de música y películas. Con el advenimiento de internet, las bibliotecas públicas han vuelto a revivir una etapa de esplendor, gracias al acceso rápido y cómodo. Pero también se han abierto a nuevos desafíos. Ya no basta con tener la base de datos de libros disponibles; también se deben poder descargar, compartir y, en algunos casos, oír.

    Aprovechamos de mirar cuatro ejemplos que han impulsado caminos diversos en su estrategia online, pero con un común denominador: acceso a libros.


Project Gutenberg

    El que desde la comodidad de tu escritorio puedas descargar "Don Quijote" y hasta poder oírlo es un beneficio que sólo internet permite. Esta librería onlin e ofrece más de 36 mil libros, descargables en casi cualquier formato. Incluso tienen un sitio para celulares (http://m.gutenberg.org/) donde es posible buscar en español por temas, título y autor. Y también descargar, en
numerosos idiomas. En términos de diseño, el sitio no es muy atractivo, pero es en lo práctico donde reside su belleza. Es muy fácil de usar e invita a bajar una gran cantidad de libros. Por ejemplo, están las obras completas de Charles Dickens, Oscar Wilde, Charles Darwin... Hay un gran número de libros en audio. www.gutenberg.org


Biblioteca Nacional

    Es un sitio enorme, pero que ha crecido inorgánicamente, lo que genera confusión a la hora de navegar. El ejemplo más claro es el catálogo que es de alta complejidad, al punto que uno se pierde fácilmente y lo desecha. Un acierto es la Biblioteca Virtual del Bicentenario (http://www.bibliotecavirtualdelbicentenario.cl/). De hecho permite bajar libros en formato PDF. Se puede encontrar desde "Martín Rivas", de Alberto Blest Gana, hasta "La Araucana", de Alonso de Ercilla. En general, la Biblioteca Nacional de Chile tiene un sitio sumamente confuso, sin orden ni norte. Falta un instructivo de cómo usar el sitio, y que sea fácil de leer y breve. www.dibam.cl/biblioteca_nacional







New York Public Library

    Es lo que uno pide de una librería pública online: ordenada, simple de navegar y con una presentación clara de sus contenidos. Es cosa de ir al catálogo de libros y ver con toda nitidez las obras disponibles o hasta reservables. La página de "¿cómo usar la librería?" merece otra distinción. Es clara y contundente. Saben lo que es un sitio para el usuario final. La página también permite asistir a videos con conversaciones y entrevistas con diversos autores. Por ejemplo, está disponible una exposición sobre los 100 años de las revistas literarias. En fin, un sitio completo, bien ordenado y que ayuda al lector. ww.nypl.org/collections




British Library

    Es quizás la más ordenada y eficiente de todas las librerías disponibles online . La organización del sitio es de primera. Luego permite realizar compras y descargas de textos, audios y películas. El itinerario de la librería es posteado en Twitter y se puede seguir en otras redes sociales.

    Sobresale el trabajo de investigación hecho sobre materias particulares. Un ejemplo es la recopilación de todos los documentos en torno a Enrique VIII: hay desde certificados de bautizo hasta documentos interactivos. También destaca el material relacionado con los textos sagrados. Es posible ver videos, oír podcasts y leer todos los textos online. www.bl.uk


Fuente: Diario El Mercurio

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