Hasta once horas puede funcionar un notebook con la más moderna tecnología actual. En un par de años, el litio, el hidrógeno y desechos como el cartón o la orina humana, podrán ser utilizados para generar energía.
Dejar el cargador en la casa puede ser tan terrible como olvidar el celular o el notebook: debido al uso intensivo que se le dá al aparato, la carga de la batería dura solo unas cuantas horas y, antes de terminar la jornada, lo más probable es que el dispositivo esté sin energía.
Por eso los investigadores están avocados a crear baterías que se puedan recargar sin tener que depender de un enchufe. Además, se esfuerzan para que sean capaces de almacenar más energía en menos espacio.
"Uno de los objetivos de las investigaciones y desarrollos en baterías es mejorar su densidad energética, es decir, la cantidad de
energía que pueden almacenar dado su tamaño y su peso", señala César Silva, académico del departamento de electrónica de la Universidad Técnica Federíco Santa María.
La densidad de una batería se mide en Watt-hora por kilogramos (Wh/kg). Según Silva, las baterías usadas en los más modernos dispositivos son de iones de litio (Li-On), que tienen la más alta densidad: mientras una batería de plomo (como la de un auto) tiene una densidad de 30 a 40 Wh/kg, la de iones de litio es de 110 a 160 Wh/kg.
Según Daniel Acosta, gerente de Productos y Distribución de Lenovo, la industria comenzó a usar este tipo de baterías porque, además, no tienen el llamado "efecto memoría". Es decir, no es necesario descargarla completamente para volver a cargarlas ya que no pierden capacidad como si lo hacen baterías de tecnología más antigua.
Admás, dice el ejecutivo, se pueden recargar muchas más veces que sus antecesoras, llegando a los mil ciclos de carga, que es suficiente para la vida útil de un aparto.
Actualmente, dice Acosta, las baterías más poderosas de nueve celdas logran llegar a las once horas de uso continúo en un notebook poderoso.
La Energía que viene
Apple acaba de presentar un documento en la oficina de patentes de Estados Unidos donde plantea una nueva batería para sus aparatos que duraría semanas se trata de "un sistema de celda de combustible capaz de proporcionar energía y recibirla desde una batería recargable en un aparato de computación movil", dice el documento.
La batería funcionaría a base de hidrógeno, generando electricidad a través de un proceso químico. Sería más amigable con el medio ambiente ya que el desecho de este proceso es el agua. Podría estar operativa el 2013.
Sony empezó a experimentar usando pedazos de cartón para generar electricidad. El proyecto - que fue presentado el mes pasado en la feria Eco-Products de Tokio - genera electricidad a partir de trozos de cartón mezclado con azúcar.
En el proceso se usa la enzima celulasa para descomponer el cartón y generar glucosa, la que, al mezclarse con oxígeno y otras enzimas, producen electrones e iones de hidrógeno que son usados para generar electricidad.
El hidrógeno, eso sí, se pueden generar desde distintas fuentes. La forma más común y desarrollada es a través de metanol, por lo que bastará con un frasquito y echar unas gotas para volver a recargar el aparato.
Pero hay otras formas más rebuscadas. En Singapur, por ejemplo, el doctor Ki Bang Lee, del instituto de Bioingeniería y Nanotecnolgía (IBN), desarrollo un sistema que analiza la orina (para exámenes médicos) pero que ingeniosamente, usa el mismo fluido para generar la electricidad suficiente para que el aparato pueda estudiar la muestra. El científico asegura que su batería genera un voltage de 1,5 watt con tan sólo 0,2 mililitros de orina.
Oportunidad para Chile |
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